domingo, 18 de abril de 2010

el fantasma reflexivo- parte 3

Mientras la señora Heiberroget y Jack hablaban sobre las ultimas novedades del múndo de los humanos, a pocas millas de allí, en una hermosa catedral, Sandra, una niña de ocho años, que hacía de monaguillo, estaba ayudandole al parroco de la catedral a recojer las cosas, cuándo este de repente le dijo:
-Recuerdas Sandra lo que hoy despues de recojer esto tenemos que hacer tu y yo¿ verdad?- Sandra bajo la cabeza, sabía lo que eso significaba y le daba mucho miedo, muchisimo miedo.
- Si señor cura- le respondio al final, con voz temblorosa.
- Y tambien sabes que no se lo debes contar a nadie ¿verdad?- Sandra respondio que si con un ligero movimiento de cabeza.
- Y ¿recuerdas por que no se lo debes contar a nadie?- le pregunto el parroco.
- Por que si no Dios me castigara- le respondio ella con toda su inocencia.
-Exacto-dijo el- y eso no que queremos que suceda, ¿verdad?- ella le respondio que no con la cabeza.
-Bien, pues entonces ven conmigo al confesionario, ya hemos terminado esto- y allí hicieron lo que los dos, segun el cura, debian de hacer, que consistia en que Sandra se desnudara y dejara que el parroco le tocara todas sus partes pubicas mientras ponia cara de orgasmo.

2 comentarios:

  1. Una historia demasiado de moda hoy en día... una auténtica pena.
    Buena entrada.
    Un abrazo desde mis Noches Blancas.

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  2. pues si es una pena que esten demasiado de moda estas historias, y lo peor es que son reales

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